UGT denuncia la invisibilidad de los trabajadores de los comedores escolares en la negociación para la aplicación de la jornada continua

Los trabajadores y trabajadoras de los comedores escolares en País Valenciano se cifran en torno a 20.000, muchos de los cuales podrían perder su empleo.

El Sector de Restauración Social de la federación de FeSMC-UGT P.V., denuncia el olvido al que se tiene relegado a los trabajadores/as de los comedores escolares, en la negociación e implantación de la jornada continuada en los colegios, y en el que están directamente implicados y afectados por la decisión última que se adopte.

Así mismo recuerda que el hecho de conciliar la vida laboral y familiar de los profesores y educadores no debería de llevarse a cabo a costa de la pérdida de empleo de los trabajadores/as que se dedican a cocinar, servir y atender a los escolares en los comedores, antes, durante y después de las comidas en los Colegios. Se trata de un colectivo muy numeroso de personas trabajando en esta ocupación, como son repartidores/as, cocineros/as, monitores/as, ayudantes de cocina etc… y cuya actividad no debe de verse abocada a su desaparición como consecuencia de la implantación de la jornada continua en los colegios.

Año tras año, en épocas en las que sólo hay clases por la mañana, como en los meses de junio y septiembre, las plazas del comedor se han visto reducidas hasta el 70%, por lo que de adoptarse la jornada intensiva para el resto del calendario escolar podrían verse reducidos los puestos de trabajo en esa misma proporción, a pesar de que se haya dicho que se va a garantizar la prestación al mediodía del servicio de comedor al término de la jornada lectiva.

No se debería tener que recordar la labor social que realizan los comedores escolares, en el contexto de crisis actual, y lo que consecuentemente podría suponer su desaparición o recorte de sus prestaciones, para las familias con pocos recursos, siendo que incluso en algunos casos, la comida del colegio es la única que sus hijos reciben al día.

Además es de constatar que en muchos centros, y debido a la poca asistencia de comensales, a las empresas de restauración social no les resultaría rentable preparar la comida en el centro, sino que la traerían elaborada desde una cocina central, con la consiguiente pérdida en la calidad de la misma y por ende en perjuicio de los escolares.

Por todo ello, el Sector de Restauración Social de FeSMC-UGT P.V., insta a las partes a valorar previamente al acuerdo, las consecuencias negativas que una aplicación de la jornada intensiva podría acarrear en el empleo de los trabajadores/as que hasta le fecha vienen prestando servicio y atendiendo a nuestros hijos/as a la hora de comer, y a los que no se ha tenido en cuenta en ningún momento de la negociación.